La celebración de la representación de la Pasión de Cristo en la alcaldía Iztapalapa ha reunido a cientos de habitantes de la Ciudad de México y otros estados, en un evento que se lleva a cabo desde hace 180 años. Esta festividad es considerada uno de los más complejos en la ciudad debido al largo proceso que implica, incluyendo la selección de un elenco, la construcción de grandes escenarios y el recorrido por los ocho barrios emblemáticos de la demarcación.
Los nazarenos de Iztapalapa, sin importar el frío y el asfalto, caminaron 8 kilómetros con la cruz a cuestas, en el circuito tradicional. Algunos iban descalzos o con huaraches, pidiendo la intercesión del Señor de la Cuevita o agradeciendo los favores recibidos.
Personas de todas las edades participaron en esta tradición, incluso niños que fueron ayudados por sus padres para cumplir con la manda y cargar la cruz.
La crucifixión de Jesús es representada por actores en el Cerro de la Estrella, donde los nazarenos concluyen su recorrido. Esta edición, la número 180, ha sido especialmente esperada después de cuatro años.