Al menos 24 muertos y decenas de heridos causó un deslave que arrasó el lunes una cancha deportiva en Quito, a causa de las lluvias más intensas que ha soportado la capital ecuatoriana en dos décadas.

Nadie recuerda una destrucción de tal magnitud en esta ciudad de unos 2.7 millones de habitantes, que declaró tres días de luto a partir de este martes.

Lodo, troncos y rocas descendieron desde una montaña y se amontonaron a lo largo de más de 1 km de la avenida La Gasca, la más golpeada por la correntada.

Veinticuatro personas murieron, 48 resultaron heridas y 12 están desaparecidas, según el más reciente balance oficial.

El presidente ecuatoriano, Guillermo Lasso, quien el lunes viajó a China, expresó por Twitter sus condolencias a los familiares de los muertos «en la tragedia de La Gasca».