Las ventas de las cadenas comerciales en mayo presentaron un severo tropiezo, registrando un descenso del 4.3% en comparación con el mismo mes del año pasado, según datos de la Asociación Nacional de Tiendas de Autoservicio y Departamentales (ANTAD). Este resultado marca el peor registro para un mes de mayo desde 2013 y representa el cuarto retroceso consecutivo en lo que va del año. A pesar de factores como el aumento del salario mínimo, la generación de empleos y la llegada de remesas, las ventas al consumidor final no muestran un buen panorama.
Pedro Tello, consultor en economía, señala que este descenso en las ventas de las grandes cadenas comerciales tendrá repercusiones en la actividad económica en general. No solo se espera un impacto en los pedidos a las empresas proveedoras de estas cadenas, sino también una disminución en la captación de impuestos, lo que afectará las finanzas públicas y los recursos destinados a estados y municipios. Este desempeño negativo refleja un debilitamiento en la economía, a pesar de los esfuerzos por reactivarla.