Este sábado por la mañana, un grupo de personas que fueron víctimas de elementos de la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) se congregó frente a las instalaciones de esta entidad para reclamar justicia. Desde hace más de dos años, un grupo de mujeres ha estado llevando a cabo manifestaciones y acampadas con el objetivo de poner fin a la impunidad en los casos de violación de derechos humanos cometidos por militares contra ciudadanos.
Laura Kabata, una de las manifestantes, afirmó que sus protestas no son una cuestión de capricho ni tienen la intención de dañar la imagen del actual gobierno, sino que buscan justicia. En 2009, su hijo Óscar, que tenía 17 años en ese entonces, fue detenido sin razón en Ciudad Juárez, Chihuahua, y llevado a un destacamento militar en donde fue torturado y violado por elementos castrenses.
Aunque su hijo logró sobrevivir, los militares responsables de su ataque aún no han sido castigados, incluyendo al general Felipe de Jesús Espitia, quien actualmente se encuentra retirado. Flora de Marcelo también relató que en octubre de 2020, en su pueblo natal de Tixtla, Guerrero, su hija de 13 años fue víctima de abuso sexual y su cuerpo sin vida fue encontrado en un terreno baldío.
De acuerdo con la Comisión Nacional de Derechos Humanos, tanto la Guardia Nacional como la Secretaría de la Defensa Nacional se encuentran entre las diez instituciones con más quejas por violaciones a los derechos humanos de enero a diciembre de 2022, con 577 y 428 quejas, respectivamente. La Guardia Nacional se vio involucrada en tres asesinatos, tres desapariciones forzadas, 16 casos de tortura, 29 casos de trato cruel y 43 detenciones arbitrarias en el año pasado, según la misma fuente.
Por otro lado, la Sedena fue objeto de una queja por privación de la vida, cuatro por detención arbitraria, nueve por tortura, 19 por trato degradante y 34 por detención arbitraria, una de ellas cometida en Tamaulipas. La Comisión Nacional de Derechos Humanos, liderada por Rosario Piedra Ibarra, proporcionó estos datos.