En la primera quincena de julio de 2023, la inflación general en México registró una variación de 0.29 % respecto a la quincena anterior, lo que colocó la inflación anual en 4.79 por ciento. Aunque este dato muestra una tendencia descendente en la inflación general en comparación con el año pasado, donde alcanzó un 8.16 por ciento, los precios de alimentos y bebidas industrializados continúan siendo motivo de preocupación para los mexicanos con menores recursos. Estos productos han mantenido un incremento cercano al 10 por ciento, casi duplicando la inflación general, lo que afecta directamente el poder adquisitivo de los ciudadanos.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dio a conocer el comportamiento de la inflación en la economía mexicana en julio de 2023, mostrando una desaceleración significativa en la inflación general en comparación con el año pasado. Sin embargo, esta disminución no se traduce en un alivio para los bolsillos de los ciudadanos, especialmente aquellos que dependen de los alimentos y bebidas industrializados, ya que estos productos mantienen un incremento del 10 por ciento en sus precios. Mientras los precios de estos artículos clave no cedan, la mejora en la inflación general no tendrá un impacto significativo en el bienestar económico de la población.
La disminución de la inflación general del 8.2 por ciento en julio de 2022 a 4.8 por ciento en julio de 2023 representa una caída de poco más de 3 puntos porcentuales. Sin embargo, la persistente alza del 10 por ciento en los precios de alimentos y bebidas industrializados genera preocupación entre la población. Esta situación afecta de manera particular a aquellos con menores ingresos, quienes destinan una parte considerable de su presupuesto a estos productos. La desaceleración de la inflación general es una buena noticia, pero la falta de reflejo en los precios de alimentos y bebidas es un desafío económico que requiere atención y soluciones para asegurar el bienestar financiero de los ciudadanos.
