Las fuerzas armadas rusas y sus aliados concluyeron el miércoles su retirada de Kazajistán, tras su despliegue en apoyo al gobierno del país centroasiático, amenazado a principios de enero por violentos disturbios.
Más de 2 mil soldados fueron enviados a la antigua república soviética a petición del presidente Kassym Jomart Tokayev, tras una violencia no vista desde que el país obtuvo la independencia en 1991.
A inicios de enero, manifestaciones contra un aumento de precios de la energía degeneraron en disturbios y en una fuerte represión, que dejaron 225 muertos, cientos de heridos y al menos 12 mil detenidos.
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