El senador Ricardo Monreal Ávila regresó a su tierra natal, Zacatecas, para inaugurar el «Foro Jóvenes legislando por la transformación, capítulo Zacatecas», al compás de la vibrante tambora que entonaba La Marcha de Zacatecas y con vítores de «¡Presidente, Presidente!».
El evento, que tuvo lugar en el Centro Platero, contó con la asistencia de alrededor de 500 jóvenes. En su discurso, Ricardo Monreal expresó su satisfacción por la creación del Capítulo Zacatecas y destacó que en todo el país se están llevando a cabo talleres para capacitar y preparar a los jóvenes que deseen incursionar en el servicio público.
Monreal recordó sus propias experiencias políticas desde los 16 años y señaló la falta de oportunidades para los jóvenes en aquel entonces. Destacó que la política solía ser considerada exclusiva para los adultos, dejando a los jóvenes relegados, incomprendidos y marginados.
Para demostrar su confianza en el talento joven, el senador invitó a su equipo de asesores al presídium, resaltando que son jóvenes provenientes de diversas regiones como Zacatecas, Oaxaca, Estado de México, Campeche, Chiapas y Michoacán.
Monreal enfatizó la existencia de un gran potencial en la juventud del país y, en particular, en Zacatecas. Afirmó su deseo de enseñar, entrenar y capacitar a los jóvenes, alentándolos a ocupar posiciones clave en la Ciudad de México una vez que terminen sus estudios.
Durante su discurso, el senador compartió un decálogo de recomendaciones para los jóvenes. La primera recomendación fue resistir las debilidades propias, haciendo hincapié en la importancia de no caer en las drogas, la delincuencia organizada o el reclutamiento por parte de grupos criminales.
En las nueve recomendaciones restantes, Monreal instó a los jóvenes a alejarse de la vanidad, evitar el egocentrismo y la soberbia, así como a cuidar su vida privada, ya que ahora es más pública. También los exhortó a evitar la frivolidad, ya que puede generar desequilibrios sociales, y a no fingir en el ámbito político, siempre respetando la ley y evitando las mentiras, que consideró una afrenta a la sociedad.
Concluyendo su intervención, Monreal recordó a los jóvenes la importancia de mantenerse honestos y auténticos en el ejercicio de la política, ya que tarde o temprano las mentiras serán descubiertas, dejando una imagen negativa frente a todos.
