El papa Francisco reanudó su aparición tradicional del domingo para saludar a los fieles desde una ventana del Vaticano. Dos semanas después de una cirugía en la que se le extirpó la mitad del colon. Francisco, de 84 años, se mostró animado, aunque en algún momento se vio cansado durante sus 14 minutos de intervención.
El Papa fue operado el 4 de julio para extirpar parte del colon debido a un estrechamiento intestinal. Aunque no mencionó su convalecencia, Francisco insistió en el valor de tomarse un descanso. Recomendó “descanso, contemplación y compasión. Aprovechemos el verano para esto”. La semana anterior, el Papa ofreció su bendición desde un balcón del hospital.
El Pontífice se refirió a varios sucesos graves tras dar su bendición a los fieles. Expresó su cercanía a los afectados por las inundaciones, que han cobraron al menos 180 vidas, en Alemania, Bélgica y Holanda. También lamentó la violencia en Sudáfrica y expresó el deseo de los sudafricanos por alcanzar la armonía.
El pontífice también habló sobre las protestas en Cuba y rezó para que tengan “una sociedad más justa y fraternal”. Hacia el final de su comparecencia desde una ventana del Palacio Apostólico, en la que improvisó en ocasiones y se detuvo un momento para toser, Francisco parecía un poco cansado. Pero concluyó con una firme y alegre invitación a la multitud, como suele hacer, para que “tengan una buena comida” y rezaran por él.