Durante la entrevista, Guadalupe Naranjo resaltó la necesidad de hacer algo diferente al presidente, quien ha asumido un papel dominante en el proceso electoral al marcar los plazos y poner la agenda política. Para revertir esta situación, Naranjo propuso que la oposición adopte un enfoque disruptivo y permita que los ciudadanos sean los protagonistas en la toma de decisiones. En lugar de seguir el estilo autoritario del gobierno, es fundamental consultar a la gente y otorgarles el poder de elegir a sus representantes.
La integrante del Frente Cívico Nacional hizo énfasis en que la oposición debe enfocarse en fortalecer la democracia y garantizar que las candidaturas sean determinadas por los ciudadanos, no por los líderes de los partidos políticos. Además, destacó que la oposición tiene una fuerza ciudadana considerable, como lo demostró la movilización de los ciudadanos en el Zócalo de la Ciudad de México. Naranjo también mencionó la importancia de que los gobernadores que están de salida se mantengan neutrales en el proceso electoral, y enfatizó que cualquier intervención indebida por parte del presidente debe ser cuestionada.
En cuanto a la propuesta del Frente Cívico Nacional, Guadalupe Naranjo planteó la realización de elecciones primarias y la instalación de urnas en las plazas públicas, para que los ciudadanos puedan elegir de manera directa a los candidatos. Esta medida busca fomentar una participación masiva de la población y garantizar que la voz de la ciudadanía sea escuchada en el proceso electoral. Naranjo dejó claro que, si los partidos políticos se muestran reticentes a esta propuesta, el Frente Cívico Nacional llevará a cabo las primarias por su cuenta.
Con esta visión en mente, Guadalupe Naranjo reiteró que es crucial apostar por los ciudadanos y ofrecerles una alternativa real de participación en la vida política del país. Para la oposición, este enfoque representa una oportunidad de recuperar terreno y contrarrestar la influencia del partido oficial. La propuesta del Frente Cívico Nacional busca promover una democracia participativa y transparente, donde la voz y la voluntad de los ciudadanos sean la piedra angular del proceso electoral.