Luego de que ayer pidiera una pausa en las relaciones con España, esta mañana, durante su conferencia de prensa matutina, presidente López Obrador aclaró que no hablaba sobre una posible ruptura, sino de una pausa en éstas para serenarlas por el bien de ambas naciones.
Desde Palacio Nacional, el titular del Ejecutivo rechazó que haya xenofobia en contra los españoles, sino que se trata de una situación de respeto entre los pueblos.
“Lo que dije ayer es ‘vamos, por el bien de nuestros pueblos, a tener una pausa’. No hablé de ruptura, no, dije ‘vamos a serenar la relación, que ya no se esté pensando de que se va a saquear a México impunemente, ya eso pasó, es una falta de respeto, deberían ofrecer hasta disculpa’, no lo han hecho no importa, pero vamos a entrar a una etapa nueva”, explicó.
López Obrador resaltó que se trata de “una protesta respetuosa y fraterna” por los abusos cometidos contra el país y el pueblo mexicano en el pasado.
Además, aseguró que dichas declaraciones no afectarán las revisiones comerciales con España.
El primer mandatario afirmó que hay respeto y relaciones íntimas con España, pero insistió en que en los últimos tiempos, especialmente durante el periodo neoliberal, las empresas españolas abusaron de México; “nos vieron como tierra de conquista, eso fue lo que dije ayer, al grado que en cada sexenio había una empresa favorita”.
“No solo es que trabajen los altos funcionarios con estas empresas sino lo que nos cuesta este tipo de relación. Estamos hablando de subsidios, dinero del presupuesto que es de todos los mexicanos que, en vez de usarse para sacar de la pobreza al pueblo, se usaba para favorecer a estas empresas”, expresó.
El presidente López Obrador señaló que la pausa que propuso tiene el objetivo de que los empresarios extranjeros no se sientan los dueños del país.
“No hay ninguna ruptura, si hace falta aclararlo. (…) No alcanzan a internalizar que esto ya es distinto, hay que estarles avisando y esto nos pasa con frecuencia. Tenemos que estarles diciendo ya no es el tiempo en que venían y no hacían ningún trámite, se les ponían los funcionarios de tapete”, reiteró.
“Iberdrola fue tratada con privilegios que nos afectaron, cuando vino el presidente del consejo de esta empresa y hablamos. Él no entendiendo de que ya son otros tiempos me insistía en que todo lo que hacían era legal, pues sí porque llevaron a la práctica una política caracterizada por el influyentismo”, subrayó.
Con información de Milenio.
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