A pesar del entusiasmo del presidente López Obrador, no habían acudido ni 100 personas, de las mil 800 esperadas, a emitir su voto para la consulta popular, a casi seis horas de abrir la casilla ubicada en la glorieta de Cabrera en la colonia Roma Norte, alcaldía Cuauhtémoc.
Fue posible constatar que mientras las casillas permanecían prácticamente desiertas, en los restaurantes que se encontraban a unos pasos había hasta fila para entrar y mesas llenas.
La casilla de la colonia Roma Norte no fue la única con un panorama parecido, otras dos ubicadas en la misma colonia aledañas al corredor cultural Álvaro Obregón mostraban un panorama similar: mesas vacías, silencio, urnas semi vacías.
Juan Manuel Rosas, vecino de la Roma Norte fue de los pocos que acudió a votar a la casilla que le correspondía en la calle de Orizaba y se dijo convencido de que este tipo de ejercicios democráticos dan la oportunidad al ciudadano de exigir, sobre todo, a las autoridades judiciales que lo escuchen y hagan su trabajo.
“Es un grito desesperado de decirle al Poder Judicial que haga su trabajo”, dijo en entrevista.
“Me esperaba la pregunta, porque creo que ese fue más el ruido político, de encarcelar a los ex presidentes, sin embargo, creo que va a ser lo mismo, considero que es un paso, un grito de democracia popular ciudadana de voltear y decir ‘queremos justicia y ya no queremos que haya rateros en el poder’, al menos esa es la idea que yo tengo”.
A pesar de que la pregunta de la consulta fue modificada, Rosas consideró que la forma en que está redactada es clara.“Creo que sí va a haber una mayoría que quiere justicia en este país, independientemente de si es el ex presidente, el ex gobernador o lo que sea, lo que queremos los ciudadanos es que deje de haber impunidad”.