Durante el segundo día de la cumbre del G7 en Inglaterra, los líderes que participan en ella se comprometieron a trabajar en la prevención de futuras pandemias y la preocupación por la influencia rusa.
En su participación el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, aseguró que las principales democracias del mundo se comprometieron a evitar que vuelva a producirse una pandemia para que la devastación causada por el covid-19 no se repita.
Entre sus compromisos está reducir el tiempo de desarrollo de vacunas, tratamientos y diagnósticos con la esperanza de estar listos en menos de 100 días para hacer frente a una enfermedad repentina.
Las siete naciones no sólo combatirán la crisis con mil millones de dosis para las naciones menos desarrolladas, sino también buscarán reforzar la vigilancia sanitaria y reformar la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Por su parte, el primer ministro de Gran Bretaña, Boris Johnson, comentó: “Necesitamos asegurarnos de aprender las lecciones de la pandemia. Necesitamos asegurarnos de no repetir algunos de los errores que sin duda cometimos durante el curso durante los pasados 18 meses”.
Finalmente todos los líderes coincidieron en que el mundo necesita un sistema de vigilancia global más fuerte para detectar con más rapidez los riesgos de pandemias.