Pues no, no mejoran las cosas luego de que saliera René Gavira de la dirección financiera de Seguridad Alimentaria Mexicana y posteriormente su jefe, Ignacio Ovalle, tras la develación de que uno de cada tres pesos ejercidos por la “Conasupo de la 4T” tuvo un destino cuando menos sospechoso tan sólo en 2020; la expectativa de que todo iría mejor con el californiano Leonel Cota Montaño se deterioró desde el primer día cuando arribó su chef a organizar un menú dignos de un monseñor, y se desbarrancó cuando la producción de leche enriquecida Liconsa cayó al 50% en prácticamente todas sus plantas de preparación y empaque.

Y es que bajo la bandera de “combate a la corrupción”, la administración de Cota Monta decidió interrumpir las adquisiciones de bienes, así como de contrataciones básicas de personal, lo que habría colapsado la producción de lácteos destinados a 6 millones de familias de bajos ingresos; pero además de la baja de producción, la leche que actualmente se produce no cumpliría las normas de calidad establecidas por lo que su sabor y color no son bien recibidos entre los consumidores supuestamente beneficiarios.

A la salida de Ovalle a principios de este año llegó un nuevo grupo político que supuestamente corregiría la situación y erradicar la corrupción; salió (y son buscados por la FGR) Manuel Lozano de la dirección de comercialización de Segalmex, así como Bernardo Fernández como director de operación; con Cota Montaño llegaron a finanzas Hiram RubioDavid Palos a comercialización y Antonio Talamantes a operación, entre otros.

El resultado por ahora fue como enviar la Santa Inquisición a tierras paganas: el nuevo equipo priorizó los calabozos, las piras y la catequización a favor del régimen y omitió los resultados: su producción de leche se desploma y aún así, por ejemplo, se habría decidido cancelar la importación de 20 mil toneladas de leche en polvo que Andrés Manuel López Obrador se comprometió compra a Estados Unidos en su última visita a Joe Biden… a fin de comprarle a un proveedor nacional promovido por el infalible Alejandro Castro.

Ya le cuento que la cosa está que arde.

EL Barzón tripula Jubilados de Mexicana

Desde el primer instante de la quiebra de Mexicana de Aviación, este columnista advirtió a los trabajadores damnificados por Gastón Azcárraga que su lucha, por justa que fuese, estaba perdida. Recibí por igual mentadas de madre que agradecimientos; varios de lo que recordaron a mi progenitora instalaron hace una década un plantón en los mostradores de lo que fuera Mexicana de Aviación y montaron una especie de tiangüis para sobrevivir del comercio informal. Tras ser desalojados, los jubilados de Mexicana buscaron reunirse con el recién nombrado director, el vicealmirante Carlos Velázquez Tizcareño, dispuesto a entregar sin mayor trámite las mercancías requisadas al mercadito de los jubilados y a no ejecutar la cobranza de casi 74 millones de pesos de rentas -que el AICM tenía derecho-  por la añeja ocupación. Pero el viernes pasado llegaron con Velázquez Tizcareño tres representantes y un líder de El Barzón, el cual impulsa el ex diputado Alfonso Ramírez Cuellar, a querer imponer “sus condiciones” para recuperar sus bienes y de ser posible su plantón… por lo que se canceló la reunión. Esta semana, ya sin Barzón, los jubilados buscan un acuerdo civilizado con la autoridad del AICM.

NOM Tortilla; Cantú en la hamaca

Mientras los que menos tienen, sufren con la inflación, en la Secretaría de Economía de Tatiana Clouthier, la Norma Oficial Mexicana de Tortilla, que tiene por finalidad corregir en buena manera esa industria y proteger al consumidor de abusos, no tiene para cuando salir. Y es que el responsable de la normatividad del país, Jesús Cantú, Jefe de la Unidad de Normatividad, Competitividad y Competencia, echa grilla y descansa plácidamente en sus laureles. Y no es la primera vez: esa unidad tiene detenidos sin fin de asuntos normativos, que por desconocimiento o desinterés simplemente quedan varados en el sueño de los justos.

@mfloresarellano

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