El hombre acusado de abrir fuego en un vagón lleno de usuario en el Metro de Nueva York, Frank James, compareció hoy ante una jueza, la cual ordenó que permanezca en prisión sin derecho a la libertad bajo fianza, mientras que los fiscales consideraron que el sospechoso provocó terror en toda la ciudad estadunidense.
Frank James, de 62 años, se limitó a responder “sí” a las preguntas generales de la ley en una breve audiencia en el tribunal federal de Brooklyn.
Lo arrestaron ayer en Manhattan, acusado por las autoridades de detonar bombas de humo y efectuar decenas de disparos el martes por la mañana en un tren del metro atestado de pasajeros. Diez personas resultaron heridas. Está acusado bajo una ley que califica de terroristas los ataques al trasporte público, aunque las autoridades dicen no tener pruebas que lo vinculen a organización terrorista alguna.
“El ataque del acusado fue premeditado, cuidadosamente planificado, y causó terror entre las víctimas y en toda nuestra ciudad”, dijo la fiscal federal Sara K. Winik.
En documentos judiciales, los fiscales calificaron el ataque de premeditado, dijeron que James llevaba casco y chaleco de trabajador de la construcción y los abandonó después del ataque para evitar que lo reconocieran.
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