El pasado 23 de agosto, durante la celebración del Mundial femenino, Luis Rubiales, presidente de la Real Federación Española de Fútbol, besó sin consentimiento a la jugadora Jenni Hermoso. Este acto, que duró apenas un segundo, ha generado indignación no solo en España, sino en diversas partes del mundo, incluido México. La imagen se viralizó rápidamente y, ante la presión, Rubiales ofreció disculpas que muchos consideraron insuficientes, incluido el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez. El debate sobre el consentimiento sexual, el sexismo, el abuso de poder y el falso feminismo se intensificó.