Con un Romelu Lukaku inspirado, Bélgica derrotó con dos goles a Finlandia. Andando durante toda la primera mitad los de Roberto Martínez aún tuvieron un par de ocasiones de Lukaku y Doku que detuvo con mérito Hradecky. Pero su ritmo era más parecido al trote cochinero que a otra cosa y claro Finlandia fue sacando el orgullo, que colecciona a toneladas, para equilibrar el partido, en teoría, mas desequilibrado del grupo. ¿Se encerró?. Obviamente. ¿Tuvo pocas ocasiones? por supuesto. ¿Sufrió menos de lo que le tocaba? También.
El mejor de los centro europeos fue Doku. El chaval, con 19 años, decidió tirar todos los uno contra uno que pudiera y el desborde le dio algo de chispa a unos belgas que pensaban ya en el rival de octavos. Con Hazard y De Bruyne sobre el campo como titulares, los belgas buscaban que sus dos estrellas fueran tomando minutos. El del City dio pasos hacia delante, el del Madrid espabiló en la segunda mitad. Tuvo la ocasión más clara de su equipo en una de las llegadas en tromba de los de Roberto Martínez, pero el arquero finlandés le amargó la noche.
Con toda la segunda mitad por delante, a Finlandia le esperaba un ejercicio de resistencia titánico. Lukaku estuvo a punto de acabar con las bromas tras una gran asistencia de De Bruyne, pero el VAR anuló el tanto por milímetros. Respiró Finlandia entera. Pero aguantar era una odisea y en un corner Vermaelen remató al larguero y en rechace le dio en la mano al arquero finés, que se la metió en propia meta. Con el gol Belga, Finlandia adelantó líneas para intentar sumar el punto que le diera la segunda plaza. Ahí llegó el gol de Lukaku, que lo había buscado durante todo el partido. Marcó y se fue a la caseta a descansar. Quiere la Euro… y el Pichichi.
