En la ciudad de Puebla, se descubrió un túnel clandestino en la Central de Abasto, el cual estaba siendo utilizado para la extracción ilegal de producto de los ductos de la empresa estatal Pemex.
Las autoridades federales y militares aseguraron este huachitunel, utilizado por la delincuencia organizada. Según los informes policiales, el túnel tiene una longitud aproximada de cien metros y conecta la Central de Abasto con el tianguis conocido como La Piedad.
El hallazgo se produjo después de recibir un informe sobre una toma clandestina en el área de las cajas de la Central de Abasto. Agentes de Seguridad Física de Pemex, la Guardia Nacional y el Ejército Mexicano acudieron al lugar, donde encontraron el túnel equipado con sistema de aire y luz
