En septiembre, la desaceleración de los precios en la canasta básica continuó, aunque a un ritmo cada vez más lento, según lo reportado por el INEGI. A pesar de los esfuerzos por mantener el abastecimiento de alimentos y mejorar la eficiencia en su distribución, los precios de alimentos y bebidas siguieron en aumento, superando la inflación general en un 7.6%. Además, las colegiaturas en escuelas de educación básica también experimentaron un incremento promedio del 6.6%, dos puntos porcentuales por encima de la inflación. Este panorama presenta desafíos para alcanzar la meta de inflación del 3% establecida por el Banco de México.
La tensión geopolítica en Medio Oriente agrega una capa adicional de incertidumbre a los mercados financieros internacionales. El conflicto entre el grupo Hamás e Israel podría generar volatilidad en los mercados, especialmente en el precio del petróleo, ya que la región es una fuente significativa de suministro de energía. A medida que los inversores busquen refugio en el dólar, el peso mexicano podría enfrentar desafíos en el mercado cambiario. Esto plantea la posibilidad de una semana con mercados financieros sensibles y cambios significativos en las tasas de cambio.
Si bien la producción mundial de alimentos y metales se mantiene relativamente estable, los conflictos militares a nivel global tienden a aumentar la tensión, la incertidumbre y la especulación en los precios de estos productos básicos. Es fundamental mantener un monitoreo constante de los desarrollos en Medio Oriente y Europa del Este, ya que estos eventos geopolíticos pueden tener un impacto en la economía global y en la estabilidad de los precios internacionales de alimentos y metales.
