El poblado de Nuevo Morelia, en el municipio de Chicomuselo, Chiapas, fue escenario de un violento enfrentamiento el jueves pasado, resultando en la muerte de más de 20 personas, incluyendo dos civiles. Los cuerpos de estos últimos quedaron sin reclamar, según informes de los habitantes locales.
Durante siete horas, el enfrentamiento entre los carteles Jalisco Nueva Generación (CJNG) y Sinaloa (CS) sembró el terror en la comunidad, que se refugió como pudo en un intento desesperado por protegerse. La violencia fue tan intensa que las balas penetraron en muchas viviendas, obligando a cientos de familias a abandonar sus hogares.
Los residentes, en un comunicado, expresaron su desesperación ante la creciente violencia y la falta de una respuesta de seguridad efectiva. El 5 de enero, más de 700 habitantes de Nueva Morelia se vieron forzados a abandonar sus casas debido a la inseguridad. Esta situación ha provocado el desplazamiento masivo no solo en Nueva Morelia, sino también en comunidades vecinas, debido a la presencia de intereses significativos en la zona, como la minería y el control fronterizo.
El pasado 26 de diciembre, la comunidad de Limonar fue desalojada cuando miembros armados del CJNG expulsaron a los pobladores. Estas personas buscaron refugio en comunidades cercanas y en las montañas. Los habitantes destacaron la incapacidad del Estado, incluyendo al Ejército Mexicano, la Guardia Nacional y la policía estatal, para garantizar la seguridad y la paz.
El CJNG ha sido acusado de mantener secuestrada la cabecera municipal, estableciendo retenes y vigilancia intensiva. A pesar de esto, la población se resiste a colaborar con estos grupos criminales y exige a las autoridades que actúen conforme a la ley.
Además, los habitantes han solicitado la intervención de la Secretaría de Seguridad federal para que atestigüe la situación crítica que enfrentan. Exigen una respuesta inmediata a sus preguntas sobre la inacción de las fuerzas de seguridad y piden solidaridad internacional y apoyo de organismos de derechos humanos para restablecer el orden y la legalidad en Chicomuselo. La comunidad vive en constante temor a nuevos enfrentamientos y exige que se difunda su situación para obtener el apoyo necesario.