Citibanamex ha expresado su preocupación sobre la elevada probabilidad de que el crimen organizado influya en las próximas elecciones presidenciales de México, subrayando la persistente vulnerabilidad del país ante estas organizaciones criminales. Según el análisis de la entidad financiera, pese a la disminución en los índices de homicidios y otros delitos violentos en años recientes, México continúa siendo uno de los países más afectados por el crimen organizado a nivel mundial.
El informe titulado “Elecciones 2024: los riesgos de la violencia político electoral” de Citibanamex sugiere que la disminución en la incidencia de homicidios no se debe necesariamente a una estrategia gubernamental eficaz. Más bien, esta situación refleja una creciente presencia y audacia de las organizaciones criminales en el país, operando bajo un manto de impunidad.
Citibanamex destaca la preocupante tendencia de la violencia política, que se ha intensificado desde 2018, afectando la competencia por cargos de elección popular mediante la intimidación o asesinato de candidatos que representan una amenaza para los intereses de estos grupos criminales. Esta situación ha llevado a las autoridades electorales nacionales a expresar su alarma sobre el potencial impacto de la violencia política en el libre y pacífico ejercicio del voto ciudadano.
La firma también hace eco de los pronunciamientos del Tribunal Electoral y de entidades internacionales acerca de los riesgos de violencia política electoral. Según el Índice Global del Crimen Organizado, los grupos de narcotraficantes en México han ejercido una influencia considerable en el proceso democrático del país, incluso recurriendo al asesinato de políticos percibidos como amenazas para asegurar la elección de aliados políticos.
La posición de México como el tercer país más afectado por el crimen organizado a nivel mundial, según Citibanamex, resalta la debilidad del Estado frente a estos desafíos. La impunidad con la que operan los cárteles, especialmente a nivel local, no solo financiando a candidatos afines sino también eliminando a opositores, representa una grave amenaza para la integridad del proceso electoral en México.