El Papa emérito Benedicto XVI pidió «perdón» este martes por la violencia sexual contra niños cometida por el clero, pero negó haber encubierto a sacerdotes que cometían estos abusos. 

En una carta hecha pública por el Vaticano, tres semanas después de la publicación de un informe independiente en Alemania donde se acusaba a Benedicto XVI de inacción frente a abusos cometidos en el arzobispado de Múnich, el Papa emérito aseguró que nunca encubrió estas agresiones cuando tenía «importantes responsabilidades en la Iglesia Católica».

En días pasados se dió a conocer un informe publicado en Alemania sobre los abusos sexuales contra menores en el arzobispado de Múnich y Freising reprochaba al entonces cardenal Ratzinger, que estaba informado de las agresiones cometidas por un sacerdote, Peter Hullermann. 

En un documento también hecho público por el Vaticano el martes, consejeros del Papa emérito rechazan estas acusaciones expresadas en el informe alemán, que han analizado al detalle. Benedicto XVI les agradece su ayuda para redactar la respuesta al bufete de abogados de Múnich y para analizar las miles de páginas del informe.