Marcos Ramírez, director general de Grupo Financiero Banorte, expresó su previsión de que las elecciones de 2024 en México tendrán un impacto mínimo en la actividad económica del país, destacando que la demanda de crédito por parte de los clientes sigue mostrando un crecimiento sostenido. «La historia se repite cada sexenio: a pesar de la incertidumbre del último año, la demanda continúa y los clientes permanecen activos. Nos estamos preparando para lo que sigue», comentó.
Durante una conferencia sobre los resultados financieros de Banorte al cierre de 2023, Ramírez mencionó que se anticipa una desaceleración en el crédito al gobierno, un fenómeno recurrente en los años de cambio administrativo. «Es un patrón conocido en todos los sexenios. Tras un periodo de estabilización, los créditos gubernamentales suelen reactivarse», añadió.
Según Banorte, su cartera de crédito gubernamental incluye préstamos directos a entidades federales, con una porción significativa destinada a CFE y Pemex.
Carlos Martínez, director de gobierno en Banorte, señaló que el cambio más notable para el próximo año podría ser en los créditos de corto plazo. «Estos créditos, generalmente respaldados por participaciones generales y con duración de un año, muestran poca variación. Los estados con cambios administrativos están liquidando sus deudas de corto plazo, lo que minimiza el impacto en nuestro balance», explicó.
La institución financiera también reveló planes de inversión de aproximadamente 10 mil millones de pesos en sucursales y tecnología para este año, además de anunciar el lanzamiento de su banco digital Bineo el próximo 29 de enero, con el objetivo de alcanzar entre 2 y 3 millones de clientes en cinco años.
En términos de rendimiento financiero, Grupo Financiero Banorte reportó un aumento del 15% en sus ganancias para el año 2023, alcanzando 52 mil 418 millones de pesos. La cartera total de crédito del grupo registró un incremento anual del 12%, llegando a un billón 28 mil 849 millones de pesos. La firma experimentó crecimientos anuales en sus segmentos de crédito al consumo, corporativo y comercial, con un destacado aumento en los créditos automotrices, tarjetas de crédito, hipotecarios y de nómina. El índice de morosidad se mantuvo en 1.04%, uno de los más bajos en el sector bancario.