El joven blanco de 18 años que el pasado sábado mató a diez personas, casi todas afroamericanas, en un supermercado de la localidad de Buffalo, Nueva York, planeaba seguir matando, según el comisario de policía de la localidad, Joseph Gramaglia. 

En declaraciones a la cadena CNN, Gramaglia aseguró que las evidencias señalan que el asaltante, que se entregó a la policía tras el tiroteo, tenía planes «de continuar disparando a gente». 

«Incluso habló sobre la posibilidad de ir a otra tienda» tras el primer ataque, dijo el comisario a la cadena. 

Payton Gendron se trasladó en un vehículo desde Conklin, una localidad a 320 kilómetros al sureste de Buffalo, donde vivía con sus padres, y lo aparcó en el estacionamiento del supermercado Tops hacia las 14:30 hora local. 

Entre las víctimas mortales está un vigilante armado, un expolicía, que intentó detenerlo sin éxito.