El pleno del Senado de la República aprobó por unanimidad, con 97 votos a favor, una reforma destinada a limitar el uso de la fuerza por parte de policías y militares, con el objetivo de prevenir abusos y proteger la vida de los ciudadanos. La iniciativa establece criterios de racionalidad y oportunidad para guiar la actuación de los uniformados.
Según un informe de la Oficina de Washington en Latinoamérica (WOLA), las fuerzas armadas en México no informan adecuadamente sobre las detenciones y persisten los abusos a los derechos humanos por parte de sus miembros.
El uso excesivo de la fuerza por parte de las fuerzas del estado, especialmente la Secretaría de la Defensa Nacional (Sedena) y la Secretaría de Marina (Semar), carece de informes públicos, y se señala un subregistro en el número de detenciones.