Estados Unidos puso ayer en entredicho el riesgo de suicidio de Julian Assange, fundador de Wikileaks, ante la justicia británica, que examina su demanda de extradición, y ofreció garantías sobre el trato que recibirá el australiano si se lo entregan.
Reclamado por una filtración masiva de documentos clasificados, Assange, de 50 años, enfrenta una pena de 175 años de prisión en Estados Unidos, en un caso calificado de ataque contra la libertad de prensa por sus seguidores y organizaciones de periodistas.
Ahora se espera convencer al máximo tribunal de Londres de anular la decisión de la jueza Vanessa Baraitser. La magistrada rechazó en enero la demanda de extradición con base en el riesgo de suicidio de Assange si es extraditado.
James Lewis, abogado que representa al gobierno estadounidense, aseguró que Assange no presenta “ningún antecedente de enfermedad mental grave y duradera” y afirmó que incluso los expertos de su defensa sólo lo reportan “moderadamente deprimido”.
Con información de La Jornada
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