«Alpha Zulu»: el museo electrónico de Phoenix

Escúchala como en la Primera Emisión de MVS Noticias con Luis Cárdenas

Artefactos y objetos antiguos expuestos como pedazos de la historia cotidiana de la humanidad. Tronos, mesas, espejos y pinturas que nos llevan a otro tiempo, que podemos ver, pero nunca tocar ni vivir.

Luego de cinco años, Phoenix regresa con su séptimo álbum de estudio “Alpha Zulu”, con el que, a través de sus 10 canciones, intenta reconectarnos en estos tiempos complejos. Sonidos electrónicos que suben y bajan de humor, entre nostalgia y euforia, pero siempre en pos de un futuro nuevo y brillante.

Grabado en parte dentro del Museo de Artes Decorativas de París, ubicado en el Palacio del Louvre, Phoenix tomó inspiración de cada pieza para crear su propio arte. Thomas Mars asegura que estar rodeado de tanta belleza le facilitó componer todas las canciones del disco en tan solo 10 días… y se aprecia en las letras: más que historias, vemos imágenes suspendidas sobre el ambiente electrónico.

Por ejemplo, en “Winter Solstice”, Mars habla sobre la dificultad de “conectarse” con otros, en medio de la inmensidad de distractores tecnológicos, como el espectador de un museo que aprecia y anhela las piezas de arte sin poder tocarlas.

Negados en crear un disco de “pandemia”, la banda francesa se dedicó a reavivar su estilo. En la canción que da nombre al álbum, “Alpha Zulu”, el grupo infunde con luces azules la oscuridad del tiempo complicado. “Wo haa, singing Hallelujah”, revienta Thomas Mars entre cristales eléctricos y letras crípticas, rodeadas de voces perdidas.

Por otro lado, en “Tonight”, animan la pista con guitarras vibrantes que, junto a Ezra Koenig de Vampire Weekend, recuerdan los tiempos en que ambos grupos eran la vanguardia del indie-rock. Ambos amigos conversan, como si fuera una llamada telefónica, sobre qué hay de nuevo y los buenos ayeres.

A pesar del sonido oscuro y sentido melancólico, en “All Eyes On Me”, Phoenix prende la pista de baile con rayos lasers que se elevan por entre el humo del reclamo a un viejo amor. Bajos retumban con cada pisada y la voz se pierde con los pulsos del sinte.

En “Artefact”, el grupo deja un momento la electrónica y pone al centro las guitarras indie de los 2000 para brindarnos una muestra del estilo lírico que los caracteriza. En un momento íntimo, Mars busca cualquier objeto que lo mantenga conectado a sí mismo, su pareja o los miles a su alrededor, quizá por necesidad tras años de encierro.

Por último, “Identical” es un homenaje a su colaborador, productor y amigo, Philippe Zdar, fallecido en 2019. Marcada por el estilo electrónico de su colega, el grupo le agradece con cada nota que alzan como un saludo hasta donde sea que los escuche, mientras Mars solo pide un momento para escucharle un último consejo.

Phoenix llenó sus pulmones de arte y, sin querer, enmarcaron su trabajo en la galería de álbumes «post-pandemia», donde la reconexión es lo más importante: con quienes ya no están, con nosotros mismos, con el pasado, y con las personas a nuestro alrededor. Phoenix vuelve a conectar(nos), más allá del cristal en este museo de pantallas.

TRACKLIST

01.- Alpha Zulu
02.- Tonight (feat. Ezra Koenig)
03.- The Only One
04.- After Midnight
05.- Winter Solstice
06.- Season 2
07.- Artefact
08.- All Eyes on Me
09.- My Elixir
10.- Identical