Nathan Wade, el fiscal especial designado en Georgia para encabezar una investigación de interferencia electoral contra el expresidente Donald Trump y sus colaboradores, ha dimitido. Su renuncia se produce tras un veredicto del juez Scott McAfee del condado de Fulton, quien determinó que la fiscal de distrito Fani Willis podrá proseguir con el caso únicamente si Wade es apartado de su posición.
La controversia surgió cuando Trump y los coacusados destacaron un presunto conflicto de intereses debido a una relación previa entre Willis y Wade, quien se unió al equipo de Willis en 2021. Argumentaron que este vínculo justificaba la descalificación de todo el equipo de Willis o la desestimación de los cargos.
En respuesta a la salida de Wade, Trump expresó en Truth Social que se trataba de “COSAS GRANDES”, interpretando la renuncia como una maniobra política contra él y sugiriendo que Wade había sido contratado específicamente para llevar a cabo una “persecución a TRUMP” con objetivos de “interferencia electoral”.