México Capitaliza las Tensiones Comerciales entre Estados Unidos y China para Fortalecer su Posición como Principal Socio

Las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China han llevado al gigante asiático a reducir su participación en las importaciones estadounidenses en un 1.7%, una coyuntura que México ha sabido aprovechar para fortalecer sus lazos comerciales con la nación norteamericana. Gabriela Siller, directora de análisis económico y financiero de Banco BASE, señala que este cambio geopolítico ha permitido a México incrementar su participación en el mercado de importaciones de Estados Unidos en un 1%, superando a Canadá, que solo aumentó 0.3 puntos porcentuales. Como resultado, México cerró el año como el principal socio comercial de Estados Unidos, con una participación del 15.7% en las importaciones totales, seguido de cerca por Canadá con el 15.2%.

Este ascenso de México se ve reflejado también en el aumento de la participación de Alemania, que alcanzó el cuarto lugar con un 4.6%, evidenciando una reconfiguración en las dinámicas comerciales globales. La Oficina del Censo y la Oficina de Análisis Económico de Estados Unidos revelaron que el déficit de bienes y servicios en diciembre fue de 62,200 millones de dólares, marcando un leve aumento respecto al mes anterior, pero destacando una reducción significativa del déficit anual en un 18.7% en comparación con 2022.

La estrategia de nearshoring, o relocalización de cadenas productivas hacia México, se proyecta como un impulsor clave para las exportaciones mexicanas en los meses venideros, no solo hacia Estados Unidos sino hacia otros mercados. Un ejemplo de esta tendencia es la nueva planta de la empresa Coats en Toluca, Estado de México, que busca responder a la demanda estadounidense y expandirse hacia Latinoamérica y Europa. La planta, con una inversión de 20 millones de dólares, se especializará en hilos para sectores como la petroquímica y la protección personal, y se espera que para finales de junio esté operando al 100% de su capacidad.

Este enfoque estratégico no solo promete fortalecer la posición de México en el comercio internacional sino también generar empleo y desarrollo económico dentro del país, evidenciando los beneficios del nearshoring y la capacidad de adaptación de México ante cambios en el escenario comercial global.