Rebeldes hutíes atacan con misil un buque de guerra estadounidense en el golfo de Adén

El mando militar de Estados Unidos informó el viernes que los rebeldes hutíes de Yemen dispararon un misil contra el destructor USS Carney mientras patrullaba el golfo de Adén, obligando a la nave a derribar el proyectil. Este acto representa una escalada en el enfrentamiento marítimo más significativo de la fuerza naval estadounidense en el Oriente Medio en varias décadas.

Un funcionario estadounidense, que habló bajo la condición de mantener el anonimato debido a la falta de autorización para discutir el incidente, señaló que es la primera vez que los hutíes apuntan directamente a un buque estadounidense desde que comenzaron sus ataques a la navegación en octubre.

Esta acción contradice una declaración del Mando Central de las fuerzas armadas, que afirmó que los hutíes dispararon «hacia» el Carney. Como en ataques previos, el Pentágono ha expresado la dificultad de determinar con certeza el objetivo que los hutíes intentaban alcanzar.

Desde el inicio del conflicto entre Israel y Hamás, Estados Unidos ha tratado de moderar las descripciones de los ataques a sus bases y naves con el objetivo de evitar que el conflicto se convierta en una guerra regional. Sin embargo, el reconocimiento de que el incidente del viernes fue un ataque directo a una nave estadounidense es significativo y ha generado preocupación.

En el ataque del viernes, un misil balístico naval se aproximó al Carney, un destructor que ha estado involucrado en operaciones para frenar la campaña hutí desde noviembre. El Mando Central informó que el misil fue derribado con éxito por el USS Carney, y no se reportaron heridos ni daños en la nave.

Este ataque es el último de una serie de ataques de los rebeldes hutíes contra buques en el mar Rojo y áreas cercanas, lo que ha afectado el comercio mundial en medio del conflicto entre Israel y Hamás en la Franja de Gaza. A pesar de ello, los hutíes, respaldados por Irán, no han reclamado la responsabilidad del ataque, como suele ser su procedimiento algunas horas después del incidente.

Estados Unidos y Gran Bretaña han llevado a cabo numerosos ataques aéreos contra depósitos de misiles y sitios de lanzamiento en Yemen, un país envuelto en conflicto desde que los rebeldes tomaron la capital, Saná, en 2014.