El barco carguero «Galaxy Leader», especializado en el transporte de vehículos, se convirtió en el centro de un dramático incidente internacional cuando su tripulación fue secuestrada por un grupo armado. Estos secuestradores, que se identificaron como rebeldes hutíes de Yemen, reivindicaron la acción como una forma de protesta, exigiendo el cese del conflicto entre Israel y Palestina en la Franja de Gaza.
El suceso tuvo lugar en el puerto de Hodeidah, ubicado al norte de Yemen, donde el buque quedó bajo control de los captores. Entre los 25 miembros de la tripulación, se encuentran dos ciudadanos mexicanos: Arturo Zacarias Meza, de 31 años, y Marco Gómez Jerez, quien ejerce como jefe de máquinas del barco ahora retenido en las aguas del Mar Rojo.
La situación ha generado una inquietante falta de respuesta por parte de las autoridades competentes. La Secretaría de Relaciones Exteriores de México no ha emitido aún pronunciamiento alguno respecto a la situación de los mexicanos atrapados en el extranjero, sumiendo el caso en un preocupante silencio.
Este incidente parece haber caído en el olvido mediático y gubernamental, eclipsado por otras noticias de mayor actualidad. A pesar de la aparición esporádica de algunas notas al respecto, predomina una sensación general de abandono hacia el caso y los afectados por este secuestro, dejando un escenario de desesperanza y olvido.