Tras la primera serie de bombardeos en Yemen, Ali al Quhom, miembro del buró político hutí, advirtió de una «guerra abierta» entre los hutíes, apoyados por Irán, y la coalición naval liderada por EE.UU.
Al Quhom pronosticó una batalla intensa, superando las expectativas estadounidenses y británicas, y expresó que EE.UU. y el Reino Unido lamentarían su intervención.
Confirmó respuestas hutíes contra acorazados en el mar Rojo, y amenazó con ataques a bases militares estadounidenses y británicas. Fuentes hutíes informaron a EFE sobre misiles lanzados en represalia a los bombardeos.