Los ministros de Exteriores de los países del G7, incluyendo Canadá, Francia, Alemania, Italia, Japón, Reino Unido, Estados Unidos y la Unión Europea, condenaron enérgicamente el quinto lanzamiento de un misil balístico intercontinental por parte de Corea del Norte en lo que va de año. Exigen al régimen de Kim Jong-un el desmantelamiento de su programa nuclear y la completa desnuclearización de la Península de Corea.
En un comunicado conjunto, los miembros del G7 llamaron a una «respuesta internacional, rápida, unida y sólida» ante las acciones imprudentes de Corea del Norte, especialmente por parte del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas. Expresaron profunda preocupación por la posible transferencia de tecnología nuclear y reiteraron su condena a la transferencia de armas norcoreanas a Rusia.
El G7 instó al régimen norcoreano a optar por la diplomacia y aceptar las repetidas ofertas de diálogo de Washington, Tokio y Seúl. Pyongyang aseguró que el misil lanzado era un Hwasong-18 de combustible sólido, mientras que el G7 subraya la necesidad de una respuesta internacional unificada frente a las provocaciones continuas de Corea del Norte.
Tras el fracaso de las negociaciones en 2019, Corea del Norte ha avanzado en un plan de modernización armamentística, rechazando el reinicio del diálogo y buscando acercamiento con China y Rusia. Corea del Sur, Japón y Estados Unidos han fortalecido la cooperación en seguridad, y Washington ha aumentado el despliegue de activos estratégicos en la península como respuesta.