El crimen organizado se convierte en una amenaza cada vez más preocupante para los medios de comunicación en Ecuador, donde en lo que va de año, al menos 15 periodistas han recibido amenazas de muerte. Esta escalada de violencia en el país ha sido reportada por organismos de defensa de la libertad de prensa.
Según Susana Morán, presidenta de Periodistas Sin Cadenas, estas amenazas representan un aumento del 100% en comparación con las registradas en 2021 y 2022, cuando se reportaron entre siete y ocho intimidaciones de este tipo.
El temor se ha apoderado de los comunicadores, quienes, en un hecho sin precedentes, tuvieron que cubrir las últimas elecciones generales usando chalecos antibalas y cascos, tras el asesinato de un candidato. Algunos periodistas han optado por blindar sus vehículos o practicar la autocensura.
El panorama de las amenazas contra la prensa ha cambiado con la aparición de un actor preocupante: las bandas criminales vinculadas al narcotráfico. Según César Ricaurte, de la organización Fundamedios, «el patrón de violencia se ha ido desplazando desde actores eminentemente estatales hacia estos otros actores que podríamos inferir que son el crimen organizado y la delincuencia común».
En respuesta a esta creciente amenaza, organizaciones como Periodistas Sin Cadenas, Nos Faltan Tres y Fundamedios presentaron la Mesa de Protección para Periodistas en Ecuador. Esta iniciativa tiene como objetivo verificar amenazas, analizar riesgos y proteger a periodistas en riesgo inminente.
En el período de enero a agosto, Periodistas Sin Cadenas registró un total de 216 agresiones contra periodistas, incluyendo 15 amenazas de muerte.
La presidenta de Periodistas Sin Cadenas, Susana Morán, vincula estas amenazas al aumento generalizado de la violencia en Ecuador, que ha transformado al país de un oasis de paz en un campo de batalla del narcotráfico. Se estima que la tasa de homicidios por cada 100,000 habitantes podría llegar a 40 a finales de 2023, un aumento significativo en comparación con años anteriores.
Morán destaca que las agresiones contra periodistas se están volviendo más violentas, y señala que en 2022, tres periodistas fueron asesinados, mientras que cinco tuvieron que abandonar el país debido a amenazas contra sus vidas.
La impunidad en estos casos es un patrón preocupante, ya que los móviles profesionales rara vez se investigan. Los defensores de la libertad de prensa también han identificado «zonas silenciadas» en Ecuador, donde el poder criminal obliga a los periodistas a autocensurarse. Por lo tanto, se hace un llamado al gobierno del presidente Guillermo Lasso para asignar recursos que protejan a los comunicadores y enfrentar esta creciente amenaza contra la libertad de prensa en el país. En el año 2022, Fundamedios calificó como «letal» para el periodismo ecuatoriano debido a la muerte violenta de tres periodistas y el feminicidio de una periodista, con un total de 356 agresiones contra la prensa, 67 más que en 2021.