Durante más de dos décadas, ha persistido la inquietante presencia de la banda conocida como las «goteras», que opera principalmente en la zona metropolitana del Valle de México, frecuentando bares, antros y table dance en áreas como Polanco, Zona Rosa, Insurgentes y Satélite. Aunque su actividad se ha extendido a estados como Querétaro, Michoacán, San Luis Potosí, Tlaxcala, Puebla y Morelos, el modus operandi de esta banda sigue siendo alarmantemente efectivo. A pesar de algunos arrestos a lo largo de los años, el peligroso patrón persiste, y cada vez más individuos caen víctimas de estas mujeres que utilizan gotas oftalmológicas para drogar selectivamente a hombres en centros nocturnos, operando en complicidad con una amplia red que incluye cadeneros, meseros y administradores de los establecimientos.
Muchas veces, las víctimas de esta banda, en su mayoría hombres de alto nivel socioeconómico, optan por no denunciar tras darse cuenta de la situación, temiendo las implicaciones personales y legales que podría acarrear. Esto ha permitido que las «goteras» continúen fortaleciéndose y llevando a cabo su oscuro propósito.
