En el periodo de 2017 a 2019, el Atlas de Seguridad y Defensa de México 2020, apoyado por el Instituto Belisario Domínguez del Senado, reportó que Baja California, Baja California Sur, Ciudad de México, Sinaloa y Sonora fueron responsables del 89.95% de las incautaciones de fentanilo en el país, con 78, 13, 27, 24 y 55 confiscaciones, respectivamente.

De igual manera, el estudio encontró que cinco municipios encabezaron el 55.5% de los decomisos: Tijuana con 40; la alcaldía Venustiano Carranza con tres; San Luis Río Colorado con 20; Ensenada con 18; y Opodepe, Sonora, con 16.

En el Atlas de Seguridad se mencionan tres rutas que se utilizan para el tráfico de fentanilo de México a Estados Unidos. La primera es la Ruta del Pacífico, que atraviesa los puertos de Lázaro Cárdenas (Michoacán), Manzanillo (Colima) o Puerto Vallarta (Jalisco) y luego pasa por Sinaloa en dirección a la frontera. Esta ruta distribuye el fentanilo a través de las aduanas y pasos fronterizos de Sonoyta (Sonora), San Luis Río Colorado (Sonora), Mexicali (Baja California) y Tijuana (Baja California), siendo la más utilizada debido a su alto número de incautaciones.

La segunda ruta es la Ruta Península, que podría llegar directamente de las rutas de Asia vía marítima o aérea, así como de los puertos de Puerto Vallarta (Jalisco) o Mazatlán (Sinaloa), y llegar a Baja California Sur. Desde allí, se transportaría por tierra hasta la frontera con Estados Unidos, en aduanas como Tijuana (Baja California), Tecate (Baja California) y Mexicali (Baja California). Los aeropuertos de Tijuana y Culiacán son puntos importantes de tránsito en estas dos rutas.

La tercera ruta es la Ruta del Centro, que es aún imprecisa debido a la falta de información disponible. Se cree que esta ruta conecta municipios aislados en Ciudad de México, Querétaro, San Luis Potosí, Nuevo León y Coahuila. Los aeropuertos de Ciudad de México y San Luis Potosí también son puntos relevantes en esta ruta, aunque en menor medida que en las otras dos.