Rusia disparó el jueves dos misiles contra la capital ucraniana, Kiev, durante la visita del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y uno de ellos impactó en el piso inferior de un edificio residencial, hiriendo al menos a tres personas, según su alcalde de Kiev, Vitali Klitschko.
Las explosiones se produjeron después de que el jefe de la ONU concluyó las conversaciones con el presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, centradas en los esfuerzos para evacuar a los civiles del puerto meridional de Mariúpol, asediado por Rusia.
El secretario general y la comitiva que lo acompaña en Kiev se sintieron «conmocionados» por la proximidad de los bombardeos rusos de este jueves en la capital de Ucrania, aunque todos están «a salvo», dijo un vocero de la ONU.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo en un video que esos bombardeos tenían por objetivo «humillar» a la organización internacional, afirmando que «dicen mucho sobre los esfuerzos de los dirigentes rusos para humillar a la ONU y a todo cuanto esta organización representa».
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