«¿Chica qué dices?», Rosalía te transforma en Motomami

Una mujer decidida, fuerte y dura, pero con la fragilidad y naturaleza creadora de su cuerpo, esa es «Motomami«… y tú eres una si así quieres serlo.

Más allá de su afición por las motocicletas, la cantante española, Rosalía, decidió nombrar su tercer disco «Motomami» en honor a las dos mujeres más importantes de su vida: su abuela y su madre. En coincidencia con el idioma japonés, «moto» significa «más duro«, mientras que «mami» lo tomó para representar esa fuerza creadora por naturaleza de la mujer. Y así, esta dualidad dura-suave es la que marca y evoluciona a lo largo de las 16 canciones del álbum.

Son canciones como «SAOKO«, «CHICKEN TERIYAKI«y «BIZCOCHITO» las que muestran el tsunami perreador de Rosalía sobre el mainstream. Incluso con el ritmo clásico de reggaeton subiendo y bajando la marea del suelo, la Rosalía también nos lleva a aguas extrañas donde el pounder convive y se integra con un jazz improvisado, bachata y sonidos industriales a los Nine Inch Nails. Más allá del género urbano, me atrevería a clasificar este álbum como power pop, ya que experimenta e integra una gran variedad de elementos iberoamericanos con una visión desafiante sobre lo que debería escucharse en las estaciones del top 40 de la radio internacional.

Sin embargo, la parte «mami» florece en baladas como «HENTAI» y «SAKURA«; precisamente en esta última, Rosalía nos presenta otra de sus grandes peleas (o miedo): como la flor de cerezo, la fama es efímera y pronto muere. «Flor de sakura / Ser una popstar nunca te dura«, así canta a la inmensidad mientras alguien o algunos le aplauden en el fondo. No sólo aquí, el canadiense The Weekend (¡cantando nuevamente en español!) le recuerda que «es mal amante la fama y no va a quererte de verdad». Es ahora ella su propio «Mal querer«, su nueva relación tóxica, pues entre más la rompe a nivel internacional, más detractores y críticas recibirá: ya sea por su estilo, por sus letras o simplemente por acercarse al género urbano. Pero hay que recordar, este es un álbum completo, y en promedio destaca más el flamenco de su voz sobre cualquier préstamo musical.

«Soy igual de cantaora«, eso dice la chica en «BULERÍAS«, una canción de (vaya la redundancia) bulería, con cajón, claves, palos y coros; es la misma joven de hace 5 años, brillando por su voz flamenca y declarando con fuerza su permanencia en escena actual. Cual mariposa, Rosalía se transforma… ¿qué tan alto llegará? sólo ella lo decidirá. ¿Volarás con ella, Motomami?