A un año del asalto al Capitolio, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, culpó a Donald Trump de crear una red de mentiras para realizar disturbios en la Casa Blanca. 

Afirmó que su «ego herido»  fue más importante para el magnate que la democracia y la Constitución. 

Biden lanzó una dura crítica no solamente a la actitud de Trump en ese día, sino también a las afirmaciones del expresidente de que hubo fraude en las elecciones, argumentos que no han sido sustentados por ninguna autoridad de los comicios estadounidenses. 

Agregó que Trump «no puede aceptar que perdió, aun cuando sus 93 senadores, su propio secretario de Justicia, su propio vicepresidente, gobernadores y funcionarios estatales de todos los estados le han dicho que perdió. 

El mandatario llamó a fortalecer el sistema democrático del país, pidiendo no permitir que se tomen otros rumbos, afirmando que «la verdad es ésta, las elecciones de 2020 fueron la mayor demostración democrática en la historia de este país».