El Congreso chileno ha aprobado este martes un histórico proyecto de ley que permite casarse a las personas del mismo sexo, una iniciativa que se comenzó a revisar hace más de cuatro años y que es uno de los grandes anhelos del colectivo LGTBI del país.
La iniciativa ha sido aprobada en la Cámara Baja por 82 votos a favor, 20 en contra y dos abstenciones en una memorable sesión que ha acabado en aplausos, y horas antes se había aprobado en la Cámara Alta, donde había recibido el respaldo de 21 senadores, 8 votos en contra y tres abstenciones. Horas antes, la Cámara Alta le había dado el visto bueno con el respaldo de 21 senadores, ocho en contra y tres abstenciones.
El portavoz del Gobierno, Jaime Bellolio ha celebrado el resultado: «Hoy es un día alegre para Chile. Avanzamos en el reconocimiento de todos y en abrazar la diversidad».
Chile se convierte así en el octavo país de América Latina en legalizar el matrimonio igualitario después de Argentina, Brasil, Colombia, Uruguay, Ecuador, Costa Rica y varios estados de México.
La norma permite llamar matrimonio a las uniones entre personas del mismo sexo y además habilita la adopción y la filiación de hijos a ambos padres o madres, uno de los puntos clave de la discusión.
Hasta ahora y desde 2015, las personas homosexuales solo contaban con la figura legal del Acuerdo de Unión Civil (AUC), que no reconoce derechos filiativos.
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