Los integrantes de la denominada Caravana por la justicia, la dignidad y la libertad del pueblo migrante, formada por alrededor de tres mil extranjeros, reanudaron su caminata hacia Villa Comaltitlán, cuyo destino final será la Ciudad de México.
A diferencia de las caravanas anteriores, que recorrían en un día los 40 kilómetros de Tapachula a Huixtla, este grupo tardará tres días, ya que desde el inicio los organizadores se plantearon la idea de avanzar despacio para evitar el cansancio extremo.
Algunos activistas informaron que en un punto llamado Cruz de Oro, municipio de Tuzantán, antes de llegar a Huixtla, estaba un contingente de la Guardia Nacional y del Instituto Nacional de Migración (INM), así como elementos del Ejército Mexicano, presuntamente para realizar un operativo, pero se retiraron antes de que llegara la caravana.
Los activistas consideraron que la presencia de los agentes forma parte de la “estrategia de intimidación y de desgaste psicológico” hacia los más de tres mil migrantes, centroamericanos, principalmente, que el sábado iniciaron la caravana en Tapachula, en protesta por la dilación en la respuesta a su solicitud de asilo o de libre tránsito en México.