México se mantiene en la primera posición de la clasificacion de la eliminatoria rumbo al mundial Qatar 2022. Con un gol de ‘Tecatito’ Corona, cerca del final, mantuvo al Tri invicto después de tres fechas en el octagonal de Concacaf.
Ochoa alejó con las rodillas la media vuelta de Quintero. El lamento, atronador, sonó como música para los oídos futboleros. 15,000 personas en el Rommel Fernández, lo suficientemente ruidosas y lo mínimamente hostiles como para tomarse el partido en serio.
Panamá anuló a Gallardo y Blackburn tomó a Ochoa distraido en el primer poste. La astucia heredada de Dely Valdés. El gol como un grito contenido por dos años. México encontró el Canal de Davis, por el cual navegó sin cuotas. El juego de Orbelín, Romo y ‘Charlie’, que trazaron un triángulo en el cuadrante más dañado del terreno de juego, accionó un torrente de agua helada que apagó a Quintero.
Funes Mori, dejó su lugar a Henry Martín. También entraron al sauna que es el Rommel Fernández Córdova y Guardado, un esmero por acompasar el fútbol del Tri, tan maltrecho como el césped y las piernas de Blackburn, otro damnificado de los experimentos agrónomos de Turf Managers. Romo recogió una pelota ; su impacto bajo, etiqueta de gol, forzó la segunda aparición estelar de Mejía.
Antuna avistó un hueco por el cual pinchar para entrara el aire fresco; Andrade, barrida heroica, se jugó la vida para bloquear el disparo. México empezó a recolectar méritos. Henry Martín acarreó, cedió, y Córdova apuntó a una madriguera escondida en las profundidades de la portería de Mejía; el meta panameño, diligente ecologista, salvó a las crías con un lance que desde ya imitarán los niños en San Miguelito.
Córdova volvió a probar un tiro arrinconado, ahora al poste derecho; Mejía, una fiera, espantó la trayectoria con su lance, pero tampoco obra milagros a cada segundo. ‘Tecatito’ golpeó con rabia para sacudirse malos augurios. Y futuros problemas, porque la noche panameña amenazaba tormenta. Qué lejos se ve Catar aún.