Este lunes miles de estadounidenses volvieron a tramitar peticiones de desahucio, debido a que la semana pasada venció el plazo de la moratoria impuesta por el gobierno de aquel país.
Ante esto, el gobierno del presidente Joe Biden se ve manchado por la intolerancia, pues miles de ciudadanos norteamericanos serán desalojados de sus hogares.
Por su parte la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, dijo que está buscando alternativas para que las familias no se queden sin sus hogares, sin embargo, todavía no han encontrado alguna solución.
A esto también se suma la presión de la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, quien le pidió directamente al presidente Joe Biden, que vuelva a imponer la prohibición a los desahucios a nivel federal.
«Pido a la administración que extienda inmediatamente la moratoria contra los desalojos. El virus todavía es una amenaza y la extensión de la moratoria se basa en la salud pública y la variante Delta de la covid-19. Es un imperativo moral«, escribió.
Según las estimaciones más recientes de la organización Aspen Institute, más de 6.5 millones de hogares en Estados Unidos (en los que viven alrededor de 15 millones de personas) acumulan retrasos en sus pagos del alquiler, lo que los convierte en potenciales víctimas de desalojos.
Con información de Milenio