29 militares a bordo y dos civiles en tierra murieron y por lo menos 50 soldados fueron rescatados del fuselaje en llamas, informaron las autoridades. Todo eso sucedió debido a que un avión C-130 de la fuerza aérea filipina que transportaba tropas se estrelló en una provincia sureña cuando intentaba aterrizar.
Dos de los seis aldeanos que fueron alcanzados por la aeronave en el suelo fallecieron. Se vio a algunos soldados saltando del avión poco antes de que se estrellara y explotara alrededor del mediodía en la periferia del aeropuerto de Jolo en la provincia de Sulu, dijeron funcionarios militares.
Los pilotos sobrevivieron, aunque con lesiones graves. Los militares dijeron que 17 soldados seguían desaparecidos al anochecer. El secretario de Defensa, Delfin Lorenzana, dijo que las labores de rescate siguen en marcha. En la aeronave viajaban 96 personas, incluidos tres pilotos y cinco tripulantes. El resto eran personal militar.
Se estrelló en el aterrizaje poco antes del mediodía del domingo en el poblado de Bangkal, en la localidad montañosa de Patikul, en la provincia de Sulu, dijo el general Cirilito Sobejana, jefe del Estado Mayor. El avión C-130 Hercules de Lockheed fue uno de los dos antiguos aviones de la Fuerza Aérea estadounidense entregados el año pasado a Filipinas como asistencia militar
Las fotografías publicadas por los militares mostraron la sección de cola del avión de carga relativamente intacta. Las otras partes del avión lucían quemadas o esparcidas en pedazos en un claro rodeado de cocoteros. Se vio a soldados y otros rescatistas con camillas corriendo hacia y desde el lugar del accidente envuelto en humo.
El avión transportaba tropas, muchas de las cuales habían recibido tan sólo un entrenamiento básico, desde la ciudad sureña de Cagayán de Oro, dijeron los militares.