«Queridísimo Max, mi último pedido: todo lo que dejo atrás de medios, manuscritos, cartas (mías y otras), borradores y demás, para que se quemen y no se lean». Estas palabras de Franz Kafka contenidas en un par de notas escritas a mano que datan del otoño / invierno de 1921 y 1922 y dirigidas a su amigo Max Brod ya están disponibles en línea. Disonante con respecto a esa voluntad es, por tanto, lo que ha sido implementado por la Biblioteca Nacional de Israel: durante algunos días todos los papeles kafkianos (notas, bocetos narrativos, dibujos, cartas) pasaron de manos de Brod, quien los trajo consigo en Tel Aviv, a su secretaria, luego a sus herederos y finalmente llegó a Jerusalén en 2019 desde un banco de Zúrich tras una batalla legal que duró unos diez años.
Leemos la breve presentación y notamos que la Bodleian Library en Oxford (la mayor cantidad allí) se menciona como la ubicación de otros importantes autógrafos del bohemio de habla alemana, pero no el Deutsches Literaturarchiv de Marbach en Alemania, donde también se conservan. , entre otros, los manuscritos de El juicio, de Carta al padre y el corpus de cartas a Milena Jesenská. ¿Un caso? No exactamente.
Del mismo modo que no es casualidad que los custodios kafkianos de Marbach desde el principio se hayan mantenido muy fríos y escépticos sobre el valor real de los papeles acabados en Jerusalén a instancias de los jueces israelí y suizo. En Alemania, alguien habló de un «gran farol». Finalmente, después de mucha discusión y cuestionamiento sobre qué y cuán interesante había realmente en esa parte del legado kafkiano, quien quiera puede evaluar.
Entre otras cosas, muchas cartas. Uno para su padre, mecanografiado, de 1919: «Querido padre», de ahí las palabras iniciales, «recientemente me preguntaste por qué digo que te tengo miedo. No lo sabía, como siempre, en parte por el miedo que te tengo, en parte porque en la base de este miedo hay tantos detalles que podría mantenerlos juntos hablando de ellos sólo parcialmente ». Como para decir, en pocas líneas no solo el carácter problemático de su relación con su padre, sino todo su universo narrativo.
Entre las cartas, destaca una a Felice Bauer, fechada el 9 de noviembre de 1912: una rareza que nos recuerda cómo, en lo que respecta a los autógrafos que se encuentran, se encuentra precisamente el enorme corpus de cartas escritas por Kafka a Felice (más de 500 , vendida en 1987 por la editorial Schocken de Nueva York a una anónima). Álbum de anuncios con dibujos y bocetos añaden cuadernos con ejercicios en hebreo, dos páginas escritas a mano para la novela El castillo.
Igualmente manuscrita está la llamada versión A de la historia Preparativos de boda en el campo, fechada en 1907. El folleto de 48 hojas (algunas con bocetos y dibujos) que contiene un cuaderno con notas sobre el viaje realizado por Kafka con Max Brod entre el 26 de agosto y el 8 de septiembre de 1911, de Zúrich a Lugano, hasta Milán.